Pasito a pasito.

“Son nuestras elecciones las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades.” 

(J.K. ROWLING) 

Estos días hay quienes os habéis preocupado de avisar y decirme que habíais notado movimientos extraños en el blog. Pues cómo os dije, todo está bien en éste y en el que habéis encontrado con las puertas cerradas. Y no, esta vez no ha sido ninguna denuncia que haya llevado a Blogger a revisarme el contenido y ponerme el blog en cuarentena hasta enviar mis datos, etc. ect... Esta vez he sido yo que he cerrado esa puerta, casi con toda probabilidad... definitivamente. A partir de ahora me quedaré por aquí y a eso se deben los cambios que algunos habéis advertido también en éste. Ya que he estado organizando las pocas entradas y etiquetándolas orientadas a simplificar que es lo que me interesa en este espacio. 

Durante doce años mi lugar de la blogosfera era el que era. Y quienes conocéis mi identidad, sabíais que era allí donde me encontraríais si de pronto no había movimientos en mis redes sociales o algunos de los blogs que en estos años he tenido. A partir de ahora ese blog queda privatizado solo a mi área familiar y me mudaré aquí. 

Sin embargo aviso, para que nadie se lleve sorpresas, llevo casi un año sin escribir relajada. Sometida a las típicas preguntas: "he visto que ya no actualizas el blog como antes" (una de mis amigas) "ahora no escribes en ese sitio, no" (mi vecino) "niña, a ver si escribes algo que las marujas estamos aburridas" (la cabrona de mi cajera) " mamá miarma, escribe en el puto blog que tienes a mis amigos revolucionados esperando leer algo" (mi hija) y así una larga lista de personas, sin ser yo ni escritora, ni nadie con nada importante que contar. Y eso en el cara a cara. Luego está el formulario del blog que me lo petan y los comentarios que van a spam porque me da la gana. Resumiendo. Mis prioridades, han cambiado a la hora de escribir. Doce años da para muchos post y también para evolucionar en este mundo de la blogosfera. Antes escribía buscando otras metas. Hoy simplemente deseo seguir escribiendo porque me gusta hacerlo y punto pelota. Sin tener que estar pendiente de si mis palabras colateralmente perjudican a los míos. Sin hacerlo tampoco como lo hice estos últimos años cuando escribía bajo el seudónimo de Galerna de Mayo. Me apetece hacerlo sin que nadie marque mis tiempos, como siempre desde que tengo uso de memoria y capacidades de comunicación escrita hice. 

Este último año ha sido muy difícil, reajustar a la mujer, con la madre, la hija, la esposa, la matriarca de un clan, la mujer rota y desterrada y... la niña que todavía soy. He escrito a empujones, con necesidad de volver a reencontrarme en la libertad de quien soy cuando escribo. Y casi siempre sin conseguirlo, coartada por lo que los demás esperan leer de mi, y es que yo nunca escribí para nadie. Perdí en los primeros años un poco el norte cuando escribía con una temática marcada y por fortuna aprendí mucho de blogueros consagrados con los que tuve la suerte de compartir jornadas fuera de lo virtual. Aquello me sirvió para tener claro que buscaba en este medio de comunicación. Pero esta puñetera manera de ser mía, que aunque peque de hija puta, termino por pensar en los demás antes que en mi misma incluso escribiendo. Pues paso... se acabó bajar escalones. A quien le guste bien y a quien no... también.