UN PASO ADELANTE.

"UN VIAJE DE MIL MILLAS COMIENZA CON EL PRIMER PASO"

(Lao-Tsé)

Por un momento he tratado de analizar los riesgos de comenzar este post con un aforismo tan conocido. En filosofía suele pasar que cuando uno pasa de escuchar a oír una frase, esta comienza a perder fuerza y el verdadero sentido de la teoría que encierra. Eso conlleva a que sus prácticas se reduzcan y aquello para lo que se creó, deje de tener los resultados deseados. El análisis, el ir más allá, el expandir el razonamiento debe ser la finalidad y no el costumbrismo.   

Una de las virtudes que procesa la filosofía de Lao-Tsé es la búsqueda y perfección de la magnanimidad. Y es justo a ello a lo que quiero ir en este post. En estos tiempos que corren la sociedad es cada vez más pusilánime. Es más fácil globalizarse con el grupo mayor. Eso nos ayuda a tomar decisiones unánimes. A no correr riesgos individuales. De ese modo es más sencillo disimular nuestras carencias, o nuestra identidad cuando no somos como la mayoría, y soslayar las criticas y juicios sobre nosotros. 

A pesar de que en mi vida cotidiana soy una persona que he de enfrentar la falta de salud y eso me hace tener recaídas depresivas. Intento vivir cada día buscando el altruismo que encierra la magnanimidad de aquellos que no nos cansamos de poner el listón arriba cuando de medirnos a nosotros mismos se trata. No me conformo con adaptarme a lo común. Mucho menos a lo que se espere de mi. Es por ello que siempre me amparo en la búsqueda del valor que me lleve a levantar mis ánimos y ser yo misma, aunque todavía haya personas que me juzguen de tener una doble vida. 

No soy de ir dando muchas explicaciones, más allá de las que doy en privado a aquellas personas que pienso que las merecen. Aun así te invito a hacer esta reflexión. Una mujer de mi edad (terminando la década de los cuarenta), madre de familia, con creencias religiosas y una vida de lo más normalita. Le puede gustar ir al gimnasio y practicar el culto al cuerpo, puede tener aficiones varias, todas aquellas que entran en lo políticamente correcto que se espera dentro del margen de lo común, de lo que socialmente se ha estipulado para un perfil de mujer en que se me ha encasillado socialmente. Pero si de pronto te gustan cosas que solo se atreven a realizar y manifestar una minoría... entonces pasas al catalogo de lo impropio. ¿No parece esto una puñetera ironía. Qué justo cuándo alguien desea ser lo más fiel a si misma, haya un porcentaje elevado de personas que al ser conocedoras de su verdad, la clasifiquen de ambigua? Personalmente siempre me lo pareció. Y justo por eso... me entra por un oído y me sale por otro aquello que hablen de mi. Como diría Olvido Gara: "(...) yo soy así, y así seguiré, nunca cambiaré (...)" 

Y por qué cuento todo esto. Bueno, porque me consta que aun hay personas que tratan de separar este perfil mío del real que conocen. Y sintiéndolo mucho, o no... he de deciros, ahora que empieza el año, que todo sigue igual, y que seguirá, porque no tengo ninguna intención ni propósito de cambio. De hecho pienso seguir largando por escrito lo que me venga en gana y lo mismo lo haré en mi blog personal, en mis perfiles sociales o en este lugar que considero parte fundamental de mi personalidad y de quien también soy. Para quien lo entienda bien, y para quien no, pues es lo que hay... punto. Porque tal cual escribo soy también fuera del mundo virtual. No hay sorpresas, soy así. 

Me gusta leer y escribir. Me gusta educar a mis hijos y a mis cánidos. Me gusta nadar y dormir la siesta (en verano bajo moreras). Voy a misa y profeso la fe católica. Soy una madre de familia luchadora y sufridora. Y me sigue gustando quedar con mis amigos de toda la vida y reír hasta rompernos, con nuestras canalladas de siempre. Cuando tengo que llorar lo hago como nadie. Y si de deprimirse se trata... a menudo batallo estados que me dejan por los suelos, aunque siempre me termino por levantar. No importan las muchas cosas normales que me caracterizan, porque luego solo se me cataloga por una de mis aficiones y con menos benevolencia. Y la verdad es que me importa bien poco que no entiendan mi forma de disfrutar del sexo, del mismo modo que no me preocupa como lo disfruten o no los demás. A mi me gusta la dominación consensuada. Me gusta el sexo no convencional, ese que parece no licito para mi perfil de mujer a la que han intentado implantar el eslogan de: "aguántate con la cuchara que te ha tocado porque es la que elegiste". ¿Qué quieres que te diga? Esta también soy yo. Porque quiero y porque puedo. Los gustos son gustos, cambian, se acentúan, siempre cabe la posibilidad de mejoras, en fin, que no es algo definitivo con lo que has de comulgar para siempre. Pero lo que se considera normalizado es que la mujer ha de ser casta y correcta o eres un putón verbenero. Pues vale... yo paso. Soy de casta correcta y putón verbenero de apellido, no te jode..

Y como una imagen vale más que mil palabras. Aquí están éstas abriendo puertas a este inicio de año. Donde nuevos proyectos e historias me están esperando y donde me lo pienso pasar lo mejor que pueda. Esto es lo que me gusta hacer a los hombres y con ellos. Sexualmente hablando claro. Todo bien acordado de antemano, no sea que alguien lo vaya a tomar por malos tratos o abusos. Y puesto que de momento voy a tener a esta "perrita" a mis cuidados hasta que su legitimo Amo vuelva dentro de unos meses de su compromiso laboral. Mi propósito es disfrutar de todas las sesiones que su natura sumisa pueda dar a esta perversa Dominante. 

El año no podía empezar mejor y (como todo hay que decirlo) para que luego no surja malos entendidos. El secreto suele estar en lo que haces con los limones que te da la vida... jejeje...