HACE MUCHO TIEMPO EN OTRA BITACORA.

“Aunque la verdad de los hechos resplandezca, siempre se batirán los hombres en la trinchera sutil de las interpretaciones.” 

(Gregorio Marañón)

Hoy he vuelto a pasar por el que un día fue mi blog de Megan. Él aun lo conserva como suyo. La última vez que escribí en ese blog fue el tres de febrero de 2018. Desde entonces cerré mi perfil de Megan y todos estos años escribí como galernaMayo en PYRAMIDEN (su blog) y en mi perfil real que nunca capó. 

Hace unos días y después de estar un tiempo apartada de todo esto de los blogs, menos del mío personal. Me dispuse a escribir de nuevo en su blog. Cuando... oh, sorpresa! Descubro que hay más de un blog en activo en su perfil. La sorpresa inicial mutó en un agudo dolor pulmonar. Puede que sea lo que sienten aquellos que son traspasados por una hoja punzante. Obviamente no haré la prueba para su comprobación, ya duele que te cagas la simple suposición. 

Pues sí, ahí estaba otra pobre ilusa... escribiendo un blog de esclava. Ya éramos dos (que yo sepa). Me tuve que parar y asimilarlo, no habíamos hablado sobre ella. No me importaba que follase con otras, al fin de cuentas el sexo para él es como correr. Como pareja lo teníamos hablado, no me importaba con quien se divirtiera, siempre y cuando estuviera al tanto como su igual. Nuestra relación se basaba en eso. Habíamos pasado de una relación D/s a remoto aquí en Internet, a una relación de pareja fuera de la red. Como un hombre dominante y una mujer dominante que cedía por primera vez el control total frente a su pareja. Sentimientos, reglas y transparencia, esa era la base de nuestra historia en común. Me lo había ocultado. Solo tenía que decirme que estaba tonteando con una chica sumisa. Se equivocó. Él con su conducta ha destrozado los cimientos en que se asentaba nuestra relación. Ahora ya, no será nunca igual. 

Ahí estaba esa mujer contando historias idealizadas que tampoco serán nunca, porque él no es como ella cuenta.  Sentí pena de mi y también de la otra mujer, no creo que sepa donde se mete. El Amo que ella cree que va conociendo, solo es un personaje creado para el momento... y para este lugar virtual. No es un mal hombre, pero esta es la verdad, no permanece. También sentí pena de él, porque habiendo tenido todo lo que buscaba y no sabiendo gestionarlo bien... difícil será que encuentre a otra que le quiera y que comparta sus excentricidades. Porque todas se van cuando le conocen tal cual y yo no estaré ya... los dos lo sabemos... ninguno será feliz sin el otro.

El hombre detrás del Amo es un ser complicado, como yo, no se deja domesticar. No se puede influir en su lineal de dominante. A diferencia de mi, es menos generoso y más frio, cuadriculado y medido hasta el detalle. Su cabeza es un bloque de hormigón que brinda su corazón. Las mujeres no aguantan a su lado, quienes lo hacemos más tiempo terminamos a jirones. Todas se rinden, se marchan,  cuando descubren quien es. Hay quienes creen que pueden con su amor y paciencia cambiarlo, no es así. En su momento yo también lo creí, luego me di cuenta de que solo me quedaba aceptarle tal cual. Ceder mi lado dominante y esperar que cumpliera el trato, aquello que como pareja acordamos dentro de la relación. Falló. Es humano. Ojalá lo que ha vivido estos años a mi lado le sirva para aprender a no cometer los mismos errores con otras mujeres. Lo digo con el corazón roto y con esperanzas reales de que así sea. Porque pese a todo, le deseo de verdad. que sea feliz.

Tras descubrir que había roto nuestro pacto, hablé con él. Se disculpó. Aceptó que se había equivocado. Aseguró que lo dejaría todo, a ella, todas sus historias y que cerraría en Internet... quería que le diera otra oportunidad. Me dijo que es a mi a quien quiere y que deseaba seguir a mi lado, como fuese pero conmigo. Mi lado dominante estalló. Y toda la disciplina, el esfuerzo, la devoción con que acepté vivir desde el lado sumiso nuestra relación, me explotó en la cara. Cinco años y medio trabajando mi lado más sumiso y en un instante, volví a ser Megan en todo su potencial destructivo. 

Nosotros no cambiamos, somos como una lacra de la perversión humana. Nos arreglamos un rato, luego volvemos a las andadas. Bien lo sé. Por eso juntos hemos marchado a buen ritmo. Sin embargo mis formas no son las suyas. Eso ha firmado nuestra sentencia de muerte. Los de nuestra calaña siempre nos estamos marchando. Nunca nos quedamos demasiado. Por eso dije más arriba que lo deseo con esperanzas, ésta nunca se pierde, pero es difícil cambiar a estas edades, yo nunca oculto quien soy, lo asumo como norma de vida y punto. Lo estoy asumiendo ahora al asumir mi parte de culpa. 

Lo supe cuando escribí el post que a continuación, comparto. Lo sé ahora que me ha vencido de nuevo. Hay personas que es mejor dejar marchar. Aunque una sienta que al hacerlo te arrancas una parte del reflejo que devuelves al mirarte al espejo. No es fácil, no me haré la dura en esto. Estoy jodida desde hace días, es lo que tiene encontrar la horma del zapato que te ajusta y saber que no es funcional para el uso que necesitas. No puedes correr en tacones altos mucho rato y tampoco avanzar mucha distancia. 

Y aun así... siento que... podría correr el resto de mi vida descalza...

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12/ENTRE VERSO Y PROSA: DE AMOR, PUESTO ANTES EN SUJETO INDIGNO

"Existe un sistema muy conocido para engatusar a las mujeres, lo sabe todo el mundo, y es no abrir la boca. Los tipos que gustan son silenciosos y ponen cara de mala leche"

(Frase de Felices los felices de Yasmina Reza)

Cuando mi error y tu vileza veo, 

contemplo, Silvio, de mi amor errado, 

cuán grave es la malicia del pecado, 

cuán violenta la fuerza de un deseo.

A mi misma memoria apenas creo 

que pudiese caber en mi cuidado 

la última línea de lo despreciado, 

el término final de un mal empleo.

Yo bien quisiera, cuando llego a verte, 

viendo mi infame amor poder negarlo; 

mas luego la razón justa me advierte

que sólo me remedia en publicarlo; 

porque del gran delito de quererte 

sólo es bastante pena confesarlo.

(Sor Juana Inés de la Cruz)

Y Tú jodido Cabrón... que bien lo sabes hacer conmigo que me has vencido.

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...otra vez.