1. SIN MORDAZA.

"La falta de claridad es siempre un signo de deshonestidad". 

(Celia verde).

En ocasiones es necesario dar un paso hacia adelante por los demás y no solo por una misma. Siempre lo he pensado así desde que descubrí mi verdadera vocación siendo aún una niña. Y cuando los hechos apuntan en una dirección inequívoca, se debe actuar. Independiente al lugar donde se nos necesite, la voluntad debe prevalecer para el bien común. 

A menudo suele manifestarse como un impulso. Algo que nos llama la atención, a veces con sentido y otras sin ninguno. En ocasiones solo es curiosidad e incluso puede que se manifieste como un rechazo profundo. Pero cierto tipo de prácticas sexuales, terminan por estar ahí frente a nosotros como una incandescente luz de neón, o la insinuante lumbre de un ascua. Después de todo, el instinto sexual es uno de esos primigenios de nuestra especie que permanece con nosotros a pesar de la evolución. ¿Quién me iba a decir a mi que volvería a escribir como Megan sobre estos temas? Más en el momento en que he vuelto y el modo en que lo he hecho. Este sería uno de los pocos asuntos de los que me apetecería hablar. Sin embargo para mi sorpresa, después de escribir el post: carta a Camila. Han sido varias las personas que se han puesto en contacto conmigo y que me han hecho preguntas sobre el BDSM.

Como en cualquier otro tema que nos intrigue, al no tener detalles o conocimientos reales. Incluso a la hora de preguntar no se tiene claro qué preguntar exactamente. Y en esta materia de la dominación/sumisión, una de las características que lo define es justamente el consenso. Es muy importante tener claro que implica, ya que se parte de esa base.... al menos se debería. Porque un consenso sin trasparencia no es honesto. Y en prácticas como estás, que abarcan no solo lo físico, sino lo mental, y llega a zarandear en muchos casos los principios morales del individuo dentro de un círculo social; hay que tener especial cuidado de que no salga dañada la honestidad de las personas. Las heridas físicas se curan, no obstante las heridas que podemos causar en lo que es la dignidad para el otro, puede dejar cicatrices que difícilmente tengan solución.

Nunca, nunca, debemos aceptar un trato si tenemos dudas. Aunque la otra persona nos indique que es a causa del miedo frente a lo desconocido. Piénsalo un momento con detenimiento, el miedo es otro de esos instintos primigenios del hombre. Surge como un regulador de alerta frente a situaciones que nos avisan que podemos estar en condiciones de inferioridad o peligro. Por tanto... ante la primera señal de alerta lo sensato es parar y usar el sentido común.  

Y tú dirás: si mi sentido común es un desastre para las relaciones, ¿Cómo lo aplico en esto? Hay una regla que no falla y es que todo lo que no sea claro dentro de este tipo de relaciones es deshonesto y por tanto no es seguro. Una sesión, como una relación dentro del BDSM debe ser segura, y sin claridad no se pueden acordar los términos. Por tanto si no se parte de ahí, lo mejor que puede hacerse es desconfiar de las capacidades de la persona que nos ofrece vivir la experiencia. Una simple sesión mal ejecutada nos puede marcar para los restos y cambiar por completo nuestros conceptos al respecto. 

En próximos post intentaré dar respuestas, basadas en mi experiencia sobre lo que me han preguntado. Por supuesto sin dar ningún detalle personal🤦🏼‍♀️... Faltaría más. Dejo a vuestra disposición el formulario de contacto (en la barra de navegación a la izquierda) por si alguien desea preguntar algo más. Eso sí, por favor, nada de tonterías. Para chuminadas vayan a Alt.com a cascársela o a buscar el besugo que llevar al horno.