Megan al teclado.

"Retoma fuerza en la manga la luciérnaga que huye" 

(Kobayashi Issa)

He cerrado mi blog personal al público hasta nueva orden. Esta vez la orden la da Megan. Ella siempre sale a flote cuando llegan los momentos difíciles. Es mi arma secreta, esa parte de mi déspota y arrogante que toma el control de mis emociones y pone orden. Es dura, canalla, no se deja mangonear. La dejo salir cuando no me encuentro ya con fuerzas. Porque ella tiene tolerancia cero. No deseo que nos fusionemos porque su óptica dispersa mucho de la que uso comúnmente. Más forman parte de mi personalidad y requieren convivir en paralelo sin mestizaje de modo que me puedan ser útil en momentos como estos. Es por eso que aquí en la red cuando una escribe, la otra solo descansa y se recupera.

¡¡La Virgen!!  Me leo a mi misma y me doy miedo. Si al final voy a estar como una puta cabra, con desdoblamiento de personalidad y todo. Naaaa...

Todos tenemos esos dos lobos dentro (u osos, según cultura) de los que hablan las leyendas tribales. Al final dicen que sale aquel a quien alimentamos. En mi caso pienso que se fusionaron y que dependiendo de mi estado y las situaciones, una impera sobre otra. 

Cuando tienes madre es más fácil. Le pides un abrazo y dentro de él recuperas fuerzas. El abrazo reparador de una madre no tiene contrincante, ni milagro alguno que se le iguale. Yo solo me tengo a mi. Así que... os dejo a Megan al mando mientras me voy recuperando.